Por Luis Mac Gregor Arroyo

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Ángel: ¿Su tamaño? Vaya a saber uno. A veces es difícil de saber. O de entender la razón por la que no es claro entender ese detalle. Pero de seguro no mide diez centímetros. Dicen que cuida a las personas. Él siempre busca lo mejor y se disfraza de muchas cosas. Aunque sólo busca el bienestar. A veces se va o eso nos hace creer. Tiene órdenes de hasta arriba y de buen corazón las cumple. Es de carácter templado y quiere: mientras uno va y viene tratando de comprender lo que sucede. Desenredar la madeja no es fácil. Desafortunadamente muchas veces no puede hacerse lo anhelado para ayudar, por lo enmarañado de las situaciones. Él está lleno de luz y cuida lo humano todo el tiempo. Puede disfrazarse de hombre. Resultando indistinguible para los ojos de cualquiera. Hay quienes dicen que si uno no lo concibe no existe. Es como decir: Si crees en Dios ahí está. Si no: No. Se piensa que uno lo crea o será que en nuestra pequeñez nos hemos convencido de poder realizar cosas increíbles y nos ven la cara. El comensal logra distinguirlo apenas entre los humanos (pues está casi translúcido) y llena su vaso hasta la mitad. Luego piensa en Dios y lo llena hasta el tope.