Por Luis Mac Gregor Arroyo

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La Mujer de Diario: Se le ve en el autobús. En el metro. En el automóvil de al lado. Cuando va uno cruzando la calle o en la mesa de al lado: Sola. ¿Quién es? Cuando uno va en su día normal como en cualquier otro momento siempre aparece. Uno se pregunta, ¿será que existe la oportunidad al menos una vez al día para cada quien de conocer a alguien? El problema es que siempre está y uno suele fallar. Hay que estar de ánimo. Siempre se presenta con imagen diferente: sexy, aburrida, común, con ropa conservadora, con atuendo atrevido. No viéndolo a uno, pero se presiente que al hablarle está responderá benignamente u observando esperando que demos el primer paso. El caso es que siempre está por ahí. No hay 24 horas que pasen en blanco. El comensal se le queda viendo a la de la mesa de al lado: “Esa es la de hoy”; pero se retrae. Está demasiado ocupada como para pelarlo. Entonces ¿Cuándo le prestará atención?