Por Luis Mac Gregor Arroyo 

Fotografía de Enrique Meseguer en pixabay.com

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La Bárbara: Con figura de una mujer de película de genios en su haber. Sonrisa rompe corazones y ojos vivaces. Más abusada que Doña Bárbara. Con sus juegos que dejan de a cuatro y sólo los más valientes se atreven a sobrevivirlos. Ahí va por el mundo buscando galán. Con gusto por el campismo y una vida de clase media sencilla. Se la pasa en la indagación de lo inexplicable. Gusta de la vida casera siendo una nueva ola terrible. Con audacia de avanzada y temple rompe nervios. Con tal de conquistar a alguien es capaz buscar hacer soñar a sus galanes con sueños cafés. En un mundo donde la avanzada no llega a tanto. Sin embargo, en su vida privada no suele ser tan fiestera como en su vida laboral. Trabajar para hacerse pasar por otros es luego pesado. Aunque en algunas aventuras el corazón puede estar en juego. Qué más da es una chamba más: ¡Vive y deja morir! Si Jaime quería su doble como clon en mujer. Ahí está la Bárbara. Sólo que nunca se le vio licencia para matar… De todas maneras mata… pero del susto. El comensal la ve: “Guapa, mortal, y busca millonarios… Espero ellos se sepan cuidar”.