Por Luis Mac Gregor Arroyo

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Fash: Todos sueñan con un héroe en el planeta. Fash pudo haber sido el indicado hace décadas. Tan ideal es ahora que una película suya no a podido ser generada desde 1980. En el presente, sus últimos seguidores son de culto: Son quienes lo siguen teniendo como referencia. En un mundo donde sus mares y océanos están pasando el punto de quiebre no retornable, donde ya no se recuerdan cielos azules permanentes durante más de 30 días, donde el calor del sol quema de las 11 a. m hasta las 4 p. m. –en el mejor de los casos–, donde el agua para beber comienza escasear y donde el amor verdadero ha pasado a ser una cultura de lo que aparezca es lo bueno. Los valores de Fash pasan al olvido. Tal vez el good Lord y nosotros como humanidad tengamos aliento para un último intento cuando la desesperación nos rodee, esperando que no sea tan tarde y un salvador de universo, nuestro universo que es la Tierra, pueda ser rescatado, mientras tanto Mong sigue reinando, que el cielo tenga compasión de nosotros.